Por Juan Rojas
Los acontecimientos históricos no deben ser olvidados por los pueblos, pues tal como dice una expresión popular: “todo pueblo que no conoce su historia, tiende a repetirla”, en nuestro país se han sucedido diferentes acontecimientos históricos, que por su carácter y su importancia deben ser recordados por este pueblo, una de esos acontecimientos que ha marcado nuestra historia, es el ocurrido hace 46 años, en 1965, una revuelta, 24 de Abril de 1965 y el 28 de abril, fuerzas interventoras encabezadas por los Estados Unidos en la OEA, invadieron el territorio dominicano, bajo el pretexto de “salvar vidas”.
Un grupo de lacayos entreguistas y traidores, encabezados por: el coronel Benoit y Elías Wessin y Wessin, se arrodillaron ante el imperialismo norteamericano y le pidieron que intervinieran en el conflicto que se había desatado en nuestro país.
Estos acontecimientos cuyo aniversario se cumplió el 24 de abril pasado, cuando las fuerzas progresistas de nuestro país decidieron dar fin al régimen de oprobio y corrupción que encabezo el títere Donad Reid Cabral, jefe del Triunvirato que sustituyo de forma despótica al gobierno constitucional que encabezaba el Prof. Juan Bosch, el cual fue derrocado por un golpe de estado, cuyos asesores se encontraban en la embajada norteamericana. Los acontecimientos desatados el 24 de abril, en el que nuestro pueblo lleno de gallardía y patriotismo se lanzo a las calle a reclamar la reposición del gobierno mas democrático que ha tenido la Republica Dominicana, en toda su historia, ese gobierno encabezado por el Prof. Juan Bosch y que surgió de la voluntad mayoritaria del pueblo.
Nuestro pueblo debe recordar que en estos momentos en que el pueblo estaba en las calles y que todos los sectores de avanzadas en nuestro país estaban de su parte y un grupo de militares constitucionalistas del ejercito nacional encabezados por el inolvidable coronel Rafael Tomas Fernández Domínguez, se colocaron junto al pueblo y decidieron luchar junto a los mejores intereses de nuestro país y cuando se estaban casi en la desmoralización, surge la figura espartana del los coroneles: “Francisco Alberto Caamaño Deño y de Manuel Ramón Montes Arache, quienes se hicieron cargo de la situación y organizaron a los combatientes y los dirigieron en los combates de la cabeza del puente Duarte y luego en ciudad nueva.
Estos ejemplos son los que nuestra juventud debe seguir y pensar que si en nuestro país hubieran mas Caamaño y mas Montes Arache, juntos con Fernández Domínguez, muchas cosas no estuvieran pasando en estos momentos. Vimos con mucha pena la llegada de un aniversario mas de la revuelta del 24 de Abril de 1965 y muy pocos medios de comunicación se hicieron eco de este hecho, también vimos la forma dividida como los excombatientes recordaron esa fecha. A nuestro juicio esto sucede porque no se ha hecho un trabajo de concientización en el seno del pueblo para enseñarles a los jóvenes que no vivieron esa época, que esos hombres y mujeres que murieron por darles la libertad y que se enfrentaron a los invasores yanquis, eso héroes deben ser recordados con honor y se les debe dar el merito que ellos se merecen y que se ganaron en la historia dominicana.
Francisco Alberto Caamaño Deño; Ramón Montes Arache; Tomas Fernández Domínguez; Lora Fernández; Ilio Capossi, Pata Blanca, Yolanda Guzmán y los miles de combatientes que murieron por la libertad y la soberanía de nuestro pueblo no merecen que su pueblo los eche al olvido y mucho menos estos héroes merecen que una organización como los excombatientes constitucionalistas, permanezcan divididos por intereses que deben ser echados a un lado y pensar que fueron ellos, esos combatientes los que impidieron que nuestra soberanía fuera de nuevo pisoteada y mancillada por las botas groseras del imperialismo.
Loor a esos héroes del 24 de Abril de 1965, que la cátedra del 24 de Abril, no se quede solo en las universidades, sino que se amplíe a los centros de educación intermedia y secundaria.
Hasta la Victoria Siempre
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