Llego el momento de que actuemos con madurez, y pensando en el futuro. Los dirigentes del PRD a todos los niveles debemos actuar con respetuosidad. Es la hora de la prudencia y el espíritu de compañerismo.
Los dominicanos que vivimos en el exterior tenemos esperanza en Hipólito Mejía, y los ojos de la población dominicana están puestos en la dirigencia y militancia llana, quienes debemos abrir el camino de la fraternidad, el respeto a la pluralidad y la unidad de acción. No podemos poner en peligro la buena imagen de nuestro candidato en el exterior.
Los militantes del PRD debemos comprender que el momento impone actuar manteniendo una postura de sosiego, impulsando y respetando una acción institucionalista, rechazando toda actitud proclive al fanatismo, al triunfalismo, o al resentimiento.
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