Esperábamos su orden en uno u otro sentido. Llegó en el que él entendió pertinente en beneficio del Partido.
Miguel ha dicho que el PRD es la casa de todos y en él todos tenemos derechos y deberes. De ahora en adelante debemos cumplir cada uno de nuestros deberes como perredeístas, y luego tendremos derechos, sembremos ahora para cosechar después.
Hoy no tenemos más que posibilidades, que debemos trabajarlas como un solo hombre, como una sola mujer en un Partido compactado
y unido ,olvidando rencores, conscientes de que si hay un enemigo en esto, no está dentro de la organización, que habrá que buscarlo en otra parte.
Por mi parte entiendo que al PRD solo lo vence el PRD, y la mejor venganza que podemos tomar contra los que nos hicieron trampa, que fueron los que fueron, es haciendo que el Partido gane la elecciones, para que le salga el tiro por la culata a los que creían que “irían en coche” si el candidato no era Miguel.
Una exhortación a nuestros compañeros antiguos competidores, ustedes deben encargarse de borrar diferencias. No deben creer que tienen todos los méritos y los miguelistas ninguno. Nadie es masoquista para ir a recibir malos tratos, sin nosotros no se gana y si solo se gana con nosotros, el triunfo es de todos.
Para los fines de la lucha que se avecina no debe haber, ni existir los de Miguel y los de Hipólito, para lo que se avecina solo debe haber perredeístas unidos, como lo he invocado en muchos de mis escritos.
Agradezco a los compañeros que estaban con Hipólito todas las consideraciones y deferencias que han tenido conmigo, pero no podía tomar una decisión al margen de los lineamientos que trazara mi líder dentro de la organización. Eso se llama lealtad.
La orden llegó y llegó clara y fuerte, nos han ordenado trabajar, mucho y duro. Sí, esa orden debemos ejecutarla en lo inmediato.
A trabajar por el triunfo del compañero Hipólito, a trabajar por el Triunfo del PRD que como nos ha dicho Miguel éste es la casa de todos.
Sulgida Nin
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