Por Luis R. Decamps R.
LA FIABILIDAD
DE LA GALLUP-HOY NO LA HACE INFALIBLE
La encuesta Gallup-Hoy tiene en el país una
bien ganada reputación, pues sus pronósticos, tras producirse los eventos
comiciales a los que se han referido, casi siempre han llegado a las vecindades
de la realidad… Por eso, y hasta prueba en contrario, los suyos, entre todos
los estudios de preferencias políticas que se realizan en el país, son los que
se han considerado más fiables o, para decirlo con toda exactitud, menos sospechosos
de parcialidad disfrazada… Que conste, empero: eso hace en principio a la
Gallup-Hoy confiable, pero no necesariamente infalible.
FALLOS HISTÓRICOS DE LA GALLUP-HOY
La verdad es que los pronósticos de la
Gallup-Hoy nunca han tenido exactitud matemática (lo que, desde luego, no es
anormal en asuntos que tengan que ver con las manifestaciones humanas)… Por el
contrario, históricamente han tendido a subestimar la fuerza real del PRD y a
sobrestimar las del PLD, si bien de manera no muy voluminosa (aunque siempre por
encima del margen técnicamente razonable de error)… Esto se puede comprobar si
se revisan los estudios finales de preferencias de la Gallup-Hoy para las
últimas cuatro elecciones presidenciales dominicanas y se contrastan con los
resultados reales… Invariablemente, los pronósticos sobre la votación del PRD
envolvieron valores menores de los efectivamente obtenidos por éste (1996:
2.90%; 2000: 4.87%; 2004: 8%; y 2008:5.48%) con un promedio de subestimación de
5.31%… Asimismo, los mismos estudios indeclinablemente atribuyeron al PLD
porcentajes mayores que los que finalmente éste obtuvo: en promedio un 3.1 %.
VAINAS RARAS AL GRANEL
Establecidos los criterios que preceden, se
puede pasar a decir que los números de la última encuesta Gallup-Hoy resultan
increíbles para mucha gente porque chocan con realidades que todos vimos
actualmente… La más evidente: por primera vez (esto nunca había ocurrido en una
campaña electoral) los números que arroja el estudio son contradictorios con los
muestreos informales y las encuestas directas o “in voce” (en empresas, por
radio, por televisión o por Internet), que dan a Hipólito Mejìa ganador “mucho
a poco”… Otra: al tiempo que la encuesta confirma que los asuntos que más
preocupan a los dominicanos son el desempleo, el costo de la vida, la
inseguridad ciudadana y la educación (temas cuya prevalencia en cualquier
sociedad hace añicos la popularidad del partido de gobierno), insólitamente reseña
que el presidente Fernández, el PLD y su candidato presidencial están bastante
bien parados ante el “juicio” popular… Una más: la encuesta presenta un cuadro
de distribución de preferencias electorales por región (verbigracia: el Sur se
convierte en peledeìsta, el Distrito Nacional en perredeísta, el Norte “recula”
por las visitas de la Primera Dama a Santiago, y Amable Aristy pierde su
liderazgo en el Este) que, de ser cierto, indica que tanto el PLD como el PRD
se han erosionado en sus bastiones fundamentales y, del otro lado, que los
dominicanos han cambiado de la noche a la mañana sus simpatías políticas
tradicionales.
SINRAZONES, CURIOSIDADES Y PARADOJAS
Naturalmente, los “hallazgos” más asombrosos
de la encuesta Gallup-Hoy son los que se refieren al comportamiento político
coyuntural de la población dominicana frente al accionar de los partidos y los
candidatos… Primero: sorpresivamente indican un declive de las simpatías de
Hipólito Mejìa luego de que éste recuperara la ofensiva política (que había
perdido en octubre del año pasado tras la designación de Margarita Cedeño como
compañera de boleta de Danilo) y lograra el apoyo de Hubieres, Hatuey, Amable,
Sued, Rodríguez Pimentel, Osiris de León, Tìtole Taveras y muchos otros
ciudadanos a los que se les reputa algún liderazgo en el país. Es decir, la
ofensiva y estos apoyos, a la luz de la citada encuesta, no sólo no
significaron suma para Hipólito sino que aparentemente les restaron… Segundo: curiosamente
pautan un crecimiento sostenido de la candidatura de Danilo en momentos en que éste,
el PLD y el gobierno están a la defensiva ante el fuego graneado de diversos
sectores que les imputan corrupción, caradurismo e incapacidad para solucionar
los grandes problemas nacionales. Esto es: las simpatías de Danilo crecen
cuando su partido y su gobierno están a la defensiva y en medio de ataques y
presentaciones de pruebas sobre sus prácticas antipopulares y antinacionales.…
Tercero: el 63.2% de la población entiende que el gobierno está usando los
recursos del Estado para apoyar a Danilo Medina, el 57% cree que el país “va por
mal camino” y el 52% sostiene que su situación económica personal es mala, pero
al mismo tiempo el grueso aprueba la gestión del gobierno y el 50.6% apoya su
candidato. O sea: Chacumbele, el Pájaro Loco y Polichinela en acción y en el
mismo escenario… ¿Conclusión? Si todo esto es cierto entonces estamos en
presencia de una sociedad mayoritariamente compuesta por masoquistas, díscolos
y tontos (por no decir peleles, “locos viejos” y sinvergüenzas).
SECUELAS INEVITABLES Y COMENSALES INIVITABLES
Todo eso, valga la insistencia, ha dejado
boquiabiertos, incrédulos y patidifusos a muchos observadores y analistas, pues
parecería como si la opinión clara y pública que el dominicano emite mientras
se encuentra en la calle quedara desmentida por la que ofrece calladamente cuando
está en su casa y frente a un encuestador con lápiz y papel en la mano… Obviamente,
al margen de la muy dominicana tendencia a evadir trampas y “caer en gancho”,
la lógica más elemental sugiere que debió ocurrir exactamente lo contrario… Más
aún: gente que creía a pie juntillas en los estudios de opinión de la
Gallup-Hoy actualmente duda, y mil historias sobre una alegada “intervención”
del gobierno en la recolección de las muestras corren de boca en boca… La razón
es simple: nadie con un mínimo de decencia y de conciencia preferiría a Danilo
frente a Hipólito (no por el candidato presidencial del PLD sino por los
descarados que lo acompañan y aupan) en esta hora crítica de la historia
dominicana… Por eso, sólo por eso y nada más, una ominosa interrogante ha
quedado en el aire: ¿no será, simplemente, que hay demasiado gente en el país
con dinero en el bolsillo proveniente del erario sin hacer bulla? Como la mano
larga del gobierno (con pezuñas y todo) se siente por todos los lados en estos momentos,
la sospecha ha asomado su cabeza de Medusa… ¿Poderoso caballero? ¿Táctica del
rábano? ¿Engañifa tipo Goebbels?... La verdad es que quienes viven la
abracadabrante realidad cotidiana de la República Dominicana tienen serias
dificultades para digerir muchos aspectos de la encuesta Gallup-Hoy, y mucho
más cuando reparan en que entre la gente de carne y hueso de este país (la que
habla y vota, no la que es encuestada en secreto) sigue escuchándose el grito
de guerra electoral más penetrante y exitoso de los últimos tiempos: “¡Llegó
papá! ¡Llegó papá!”
UNA ANÈCDOTA DE DON ANTONIO CÀNOVAS DEL CASTILLO
En cierta ocasión, el brillante político e
historiador Antonio Cánovas del Castillo, siendo presidente del Consejo de
Ministros de la España de la Restauración, recibió en su despacho a varias
mujeres que fueron en comisión a solicitarle un favor, y la vocera de éstas
introdujo la conversación disculpándose por el motivo de su visita:
“¡Ay, don Antonio -le dijo sentidamente la señora-, debe usted de estar harto de nosotras, porque no dejamos de pedirle cosas”. La respuesta del famoso estadista conservador fue relampagueante y, como de costumbre, matizada de primorosa ironía: “No se preocupe, señora, pues a mí las mujeres no me molestan por lo que me piden sino por lo que me niegan.”
“¡Ay, don Antonio -le dijo sentidamente la señora-, debe usted de estar harto de nosotras, porque no dejamos de pedirle cosas”. La respuesta del famoso estadista conservador fue relampagueante y, como de costumbre, matizada de primorosa ironía: “No se preocupe, señora, pues a mí las mujeres no me molestan por lo que me piden sino por lo que me niegan.”
LA FRASE DE HOY PARA “DARLE CACO” (SÒLO PARA PENDEJOS)
“La tiranía totalitaria no
se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los
demócratas”. Albert Camus
Hasta la próxima entrega…
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