SANTO DOMINGO.- El candidato presidencial por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Osiris de León, anunció este martes su renuncia de la organización política, tras considerar que ese partido “está cada días más comprometido con las decisiones del gobierno y alejado del pueblo”.
En una nota de prensa enviada a Tribunadominicana.net, De León afirma que el PRSC no pudo ser una esperanza de solución a los actuales problemas de la nación, y que la alta dirigencia,
“privilegiada con altos puestos en la administración pública, ha entendido que se debe más a sus cargos en el gobierno que a su compromiso original de luchar por una sociedad sin injusticias y sin privilegios”.
El político señaló que transitará nuevos caminos que los lleven a participar en los procesos electorales de la mano del pueblo, de los más necesitados, de quienes confían en un futuro mejor y siempre predicando que entre los buenos dominicanos “podemos destruir los cimientos de la terrible corrupción administrativa que nos empobrece y atrasa como ciudadanos y como nación”.
De León reconoció que su decisión de dejar las filas del partido rojo representa un reto para tanto para el él como para la nación. Dijo que diariamente todos se quejan, “pero muy pocos nos levantamos a exigir con vehemencia que sea frenada la delincuencia, que se erradique la corrupción y que los recursos públicos sean invertidos en programas que reduzcan la pobreza y garanticen el desarrollo de la nación”.
Afirmó que todos los dominicanos, de una u otra forma, “hemos sido responsables” del fracaso de los modelos de gobierno de los últimos años, no obstante, proclamó que los buenos dominicanos están en el deber de construir un nuevo camino, sin distinción de clase social y de partido.
Sentenció que en el país se practica una política clientelista, demagógica y oportunista, y que el Gobierno predica en el extranjero lo que no ha sido capaz de resolver en su propia casa.
Asimismo, deploró la falta de alcantarillados sanitarios, agua potable, el despilfarro en el gasto gubernamental y los niveles de delincuencia y corrupción.
Dijo que el país es sacudido en sus cimientos por un terremoto de corrupción, delincuencia y pobreza extrema, lo que está haciendo colapsar la institucionalidad, la gobernabilidad y la esperanza de prosperidad, “y ante esas sacudidas el gobierno se mantiene indiferente y no hay oposición política de uno ni de otro lado”.
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