viernes, 20 de abril de 2012

Campaña Electoral, Utopías y Realidades

Dr. Willians De Jesús Salvador

La utopía, se define como el mundo alternativo idealizado, para sustituir al mundo realmente existente. En el discurso político de campaña se plantea la República Dominicana ideal, se subrayan las dificultades existentes y de inmediato se plantea el país perfecto, como la isla del escritor Tomas Moro, que fue quien concibió el termino de utopía en su libro” De Optimo Republicae Statu deque Nova Ínsula Utopía”.


Las ofertas de campaña, son espejismo que se estallan contra la roca de las realidades de los pueblos, su miseria visceral, el capitalismo salvaje, políticas neoliberales que no conocen de lo que es la compensación social, la inequidad como dogma, donde solo importa el mercado global, el mercado de capitales, que es decir, el mercado de papeles y documentos financieros, que desatan crisis que arrasan con gobiernos, no importa la ideología, por lo que el futuro no depende de los mandatarios y sus partidos, sino, de los vientos financieros mundiales.

Las políticas sociales aplicadas no son solidarias, sino para hacer de la miseria, una fuente de enriquecimiento y clientelismo político.

Los poderes del estado concentrados en la férula de los miembros de un Comité Político, como botín de guerra, los poderes facticos haciendo el papel de trapecistas o magos del equilibrio entre el estado secuestrado y la sociedad indefensa.

Hace algunos días, visité a un señor que nunca ha participado en política, inspirado en los dones personales del candidato oficialista, decidió suspender sus actividades habituales y dedicarse a promover esa oferta electoral, cuyo discurso lo ha seducido.

Me habló con pasión, me dijo, que ese candidato tenía las mejores ofertas de campaña, un Plan de Nación, que es un ser humano distinto, que la República Dominicana tenía las posibilidades de ser redimida de la ignominia del pasado.

Por lo que con prudencia, voz baja, timbrada y elegancia diplomática, formulé algunas preguntas:

¿Qué dice ese candidato del caso de San Juan Félix Bautista y los contratos que la periodista Nuria ha desnudado al país y al mundo?

Respondió a secas: “Nada”. El no es idiota para tirarse en contra al hombre más influyente del Presidente, que es quien maneja el Partido y sería un suicidio, es un mal, con el que tenemos que convivir, antes, durante y después de las elecciones.

¿Usted está convencido de las capacidades e influencias del ex Coronel Pepe Goico, que con un celular puede tumbar el gobierno de Haití, que está celosamente cuidado por las Naciones Unidas, Francia, Canadá, la Comunidad Internacional y el fideicomisario es el carismático ex Presidente Norteamericano Bill Clinton?

Sonrió, se puso sus lentes oscuros, parecía un jugador de Póker, de los que vemos en la TV, y sobre este particular puntualizó: Así como Félix es del Presidente, Pepe es de Hipólito, parece que ha llegado la hora de que cada quien defienda sus chicos malos. Pienso que eso es para distender un poco la campaña, para quitarle la agenda o discurso de la corrupción, sacar la Junta Central Electoral del debate actual y producir un enfriamiento a los acontecimientos sangrientos de Moca, porque el muerto es del PRD, eso está haciendo daño en la Provincia de Espaillat, en fin, el PLD, quiere cambiar los temas de la agenda electoral. No son caco de maco.

Tomándome el último sorbo de café, le dije, pero cuando empezamos hablar Ud. me dijo que no era político, seguido me contestó, no milito en partido político, soy un hombre del sistema, por lo que desde Trujillo, soy oficialista. Sabiendo por experiencia que los programas de gobierno son como una carta de intensión, en la que prima simplemente el interés, pero la compra quizás nunca se llegue a realizar.

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