miércoles, 18 de abril de 2012

Elecciones, Espionaje, Hackeo y traidores

La traición la emplean únicamente aquellos que no han llegado a comprender el gran tesoro que se posee siendo dueño de una conciencia honrada y pura.

Dr. Willians De Jesús Salvador

El espionaje telefónico como herramienta de campaña electoral, fue utilizado por el equipo de campaña del Presidente Norteamericano Richard Nixon, este escándalo conocido como Watergate, estalló en el año 1972, en la que hombres cercanos al presidente se vieron involucrados, desencadenando la fatídica renuncia del Presidente Nixon, el 8 de agosto de 1974.


Estas elecciones nacionales dominicanas, para elegir el Presidente y Vicepresidente (a), se ha caracterizado por la utilización del espionaje como recurso poco honorable de campaña. Recordemos que el primer escándalo fue el hackeo de las cuentas de la Primera Dama, esto todavía se mantiene en la palestra pública. Al periodista y comunicador, Marcos Martínez, ha denunciado hostigamiento y su programa televisivo fue clausurado. Su voz acallada. La mordaza del poder.

Luego en acto risible, el Canciller de la Republica y una comisión mixta de funcionarios dominicanos y haitianos, hacen una rueda de prensa-denuncia, de que el Sr. Pepe Goico, con su teléfono celular, como instrumento de alto calibre de guerra y su poderosa lengua, están en un plan de desestabilizar el gobierno de Martelli, que dicho sea de paso, tiene la protección de la comunidad internacional y la Organización de Naciones Unidas.

Ahora, cuatro diputados de Miguel Vargas, como jinetes apocalípticos, hacen una rueda de prensa para decir, que tienen una grabación producto del espionaje telefónico, en el que se oye la voz de un connotado alto dirigente de la campaña del PRD, y contradictor interno del Ing. Vargas Maldonado, diciendo que a este ultimo hay que matarlo.

Amigos lectores, que dos personas más cándidas e inocentes son Pepe Goico y Guido Gómez Mazara, que tienen la imprevisión de abordar temas de la trascendencia como los planteados telefónicamente, en el fragor de una campaña electoral. Por cierto dos hombres que conocen las intríngulis del poder, los secretos pecaminosos de los organismos de seguridad nacional y el accionar de los partidos de corte estalinista.

Por favor, háganme la próxima película de Vaquero, que esas de Misterio, no me dieron miedo.

Que se esconde detrás de estas acciones a treinta días y piquito de las elecciones, el innoble y antiguo trabajo, que en los partidos se les llaman “Quinta Columna”. Esta expresión celebre se le atribuye al General Emilio Mola, quien en una alocución radiofónica del año 1936, quien denuncio que en la Guerra Civil Española, mientras cuatro columna avanzaban hacia Madrid, una quinta columna avanzaba desde Toledo, supuestamente con los ideales del pueblo, pero que clandestinamente trabajaba a favor del Franquismo.

Lamentablemente, el partido fue infiltrado por elementos nuevos, que no tienen sentimientos perredeístas, y aunque en solitario, marchan como Quinta Columna, lo único que no lo hacen clandestinamente, sino que es voz populis, por lo que ningún perredeísta escucha esas voces metálicas, propias de mercenarios de la palabra hablada.

Esta es una de las tareas más baja de la política, este submundo de traidores convive en los partidos masas y electoreros, como Judas Iscariote que con túnica de apóstol y alma de traidor, convivía y oraba con el Mesías.

Quiero decirle al PLD, los tránsfugas, traidores, fabuladores, delirantes y personajes siniestros, que el PRD, vivió a la era Nazis y Fascista, enfrentó la tiranía de Trujillo y sobrevivió a ella, enfrentó los sectores más oscuros que conspiraron contra la democracia y tuvo que hacer una guerra civil en el 1965, para retornar a la Constitucionalidad.

Sobrevivió a los doce años de Balaguer, y pueden estar seguro, que no solo vamos a sobrevivir a todas estas canalladas políticas, sino que vamos para el poder, no con sed de venganza contra los perversos, sino, con la finalidad patriótica de que la República Dominicana no siga padeciendo los oprobios de aquellos que quieren enclaustrar la democracia dominicana, que abjuran del debate de las ideas, y solo les importa las canonjías del poder.

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