lunes, 19 de marzo de 2012

La Gran Encuesta

Por Súlgida Nin
Se ha dicho, que para los procesos electorales y a medida que se acerca el día de las elecciones los partidos políticos contratan empresas encuestadoras para que realicen encuestas conforme a sus intereses.
Muchas de estas encuestas tienen una intención diferente a la que debe tener el instrumento originalmente.
Una encuesta es una medición de la situación de determinados asuntos en un momento dado; para los fines más comunes en política se hace para la medición de las simpatías o la intención del voto.

La encuesta retrata o debe retratar la intención del votante en el momento de su realización o en el período que abarcó el trabajo.
Una encuesta puede ser manipulada con las preguntas, se puede llevar al encuestado de forma sutil para que conteste conforme al interés del encuestador o conforme al interés de quien ha contratado el trabajo.
En pocas palabras el interés del contratante prima por encima del objetivo científico de la encuesta.
Cuando se sabe que no se goza de la simpatía del pueblo y se está en el gobierno se hace lo indecible para influenciar en el ciudadano; más, cuando se cree que el pueblo no siente, no piensa y es un borrego que camina por donde dice el dueño.
El gobierno, y su candidato, su partido y la estructura de poder, que sabe cuánto van a perder después del 20 de mayo, ha de hacer de aquí en lo adelante cualquier cosa por confundir al pueblo, serán capaces de soltar a granel millones y mas millones para comprar conciencias.
Serán capaces de ensuciar nombres y dañar reputaciones para desviar el interés del pueblo; que es salir de esta enfermedad morada y sembrar la esperanza blanca renovada.
Le aseguro que las últimas encuestas que han favorecido al oficialista partido o a su candidato, no tienen la misión de medir la intención real del voto del ciudadano; sino la de confundir con la esperanza de que el verdadero candidato preferido por las masas, por el pueblo hambriento y desprotegido, que sin ninguna duda lo es el ingeniero Hipólito Mejía Domínguez, pierda la solidez que ha tenido desde el principio y que como mucho votan como la veleta por quien va a ganar, le favorezca.
Sin embargo he de decirle que su billete no está premiado, que ya ese premio cayó en el PRD y solo ha de esperarse el 20 de mayo para que el pueblo vaya a cambiarlo y le cobre además a este mal gobierno todas juntas con sus bienes y con su libertad por haber hecho el gobierno más corrupto de toda la historia nacional.
El 20 de mayo será la gran encuesta y esta favorece a Hipólito Mejía Domínguez. Ésta no tendrá ningún margen de error y no habrá fuerza humana posible que pueda cambiar esa intención.
Mientras, manden ahora que pueden a acondicionar la parte que le corresponde en la Victoria y Najayo y amplíenla porque los que van para allá, son muchos.

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