miércoles, 20 de julio de 2011

HIPÓLITO, PEROGRULLO Y DANILO

Por Dr. Luis R. Decapms R

Democracia y cementerio

El ex presidente Hipólito Mejía protagonizó en la segunda mitad del año 2010, contrariando a quienes lo consideraban “fuera de juego” y pulverizando los pronósticos de los analistas de toda laya, el más espectacular renacimiento político de los últimos tiempos en la República Dominicana, patente tanto al interior de su partido como en el resto de la sociedad… Más aún: al despuntar el 2011, sin que sus competidores en el PRD tuvieran tiempo para recuperarse de la sorpresa que ello supuso, su nivel general de simpatía experimentó un desbordamiento favorable,
y no sólo se impuso en la convención partidaria sino que se situó en la cima de las preferencias nacionales para las elecciones de 2012… El caso de Mejía mostró una verdad de Perogrullo que algunos oficiantes banderizos, cuando están embriagados por los néctares de la victoria, habitualmente olvidan: en la democracia no hay cementerios ni cadáveres políticos.

Puntas de lanza en ristre  

…Descontando las minucias de la “realpolitik”, un puñado de factores operó en beneficio del relanzamiento de Mejía: el cambio de la percepción ciudadana sobre la administración que encabezó (2000-2004); el deterioro de las bases morales, sociales y económicas de sustentación del gobierno peledeísta del doctor Leonel Fernández; el exitoso despliegue de su extraordinario carisma personal; la subestimación de los adversarios de sus capacidades como dirigente político; y la puesta en marcha de una línea de “marketing político” que sintonizó sus consignas y apuestas programáticas con las necesidades más sentidas de la población… Si esos factores (y los acontecimientos que amamantan) se examinan sin anteojeras partidaristas, su actualidad y consistencia saltan a la vista: no sólo siguen operando a favor de Mejía sino que lucen indelebles… La verdad es que ellos, por sí solos (es decir, al margen de las acciones electorales de los perredeístas), poseen suficiente “penetración” política y social como para contribuir decisivamente a la victoria de Mejía…

¿Papá o Jajá? Brisitas en los cocoteros  

… Es por eso, ante todo aunque no únicamente, que aparenta una muy mala apuesta de los señores del PLD y el gobierno su olímpica insistencia en ignorar los factores mencionados, persistiendo precisamente en un tipo de conducta política que casi siempre es mensajera de derrota: la de creer que todo el mundo es ciego, sordo y mudo… El autismo, en política, termina desdoblando hasta a los beneficiarios del clientelismo… Y algo similar puede afirmarse del intento peledeísta de detener el avance de la candidatura de Mejía con invocaciones al pasado, repeticiones de infamias y chistecitos de cuestionable gusto… Los hechos son los hechos: lo de “Papá” es una realidad tangible, pero lo “Jajá” no pasó de ser una frasecita satírica para confortar a prosélitos a sueldo y dirigentes asustadizos…  Es obvio que, tratándose de Mejía, esos “no son vientos que tumban cocos”…  

La candidatura vicepresidencial de Luis Abinader

… Aunque hay gente tratando de inventar con eso (acaso más pensando en el futuro mediato que en el presente), es muy difícil que el PRD pueda conseguir un mejor candidato vicepresidencial que el licenciado Luis Abinader… Se trata de un líder político que no sólo tiene gente (lo demostró con el aporte “cuantitativo” que hizo a la victoria convencional del ex presidente Mejía) sino que, al mismo tiempo, encarna el complemento perfecto para el candidato perredeísta: joven, sobrio, confiable, de imagen fresca, intelectualmente bien dotado, economista de la mejor escuela, empresario exitoso, miembro de la clase alta del país y, por añadidura, empeñado en poner sus conocimientos y habilidades a favor de los perredeístas y de la nación dominicana… ¿Qué figura pública nacional reúne esas condiciones, específicamente calibradas a la luz de las fortalezas, debilidades y necesidades de la candidatura del ex presidente Mejía?... De todos modos, en lo que respecta a este tópico casi todo el mundo coincide en una cosa: si algo siempre ha caracterizado al ex presidente Mejía es su sentido de la realidad (tiene instinto para saber lo que le conviene ahora y mañana), y es muy difícil que deshaga una fórmula electoral tan políticamente acoplada, equilibrada y aceptada… Ese es, pues, un problema virtualmente resuelto en el PRD…

La candidatura vicepresidencial del PLD

... Quien tiene que hilar fino en la selección de su candidato vicepresidencial es el licenciado Danilo Medina, pues desde el punto de vista de sus fortalezas, debilidades y necesidades no está claro aún quién pudiera tener el “perfil” conveniente para ser su compañero o compañera de boleta… Medina está ante dilemas de múltiples direcciones: necesita un candidato vicepresidencial que le garantice el apoyo de la administración Fernández, pero sin que a los ojos de la gente se le vea demasiado cerca como para que se crea que es “más de lo mismo”; que le sume votos de fuera del PLD (lo que no es fácil en estos momentos, dada la abominación general existente contra el gobierno), pero que no implique mayores compromisos con los grupos conservadores del país; que complemente su imagen como candidato presidencial en términos de conocimientos y habilidades; y que represente la posibilidad de arrebatar o neutralizar votos en los segmentos poblacionales en los que sus adversarios (Mejía y Abinader) son fuertes… Sin ánimo de ofender, un candidato vicepresidencial semejante, en medio del descreimiento que prevalece con respecto al PLD, tendría que ser importado desde la Cochinchina: ninguno de los hasta ahora “bailoteados” (doña Margarita, Alburquerque, Domínguez Brito, etcétera) tiene ese “perfil”… Todavía más: quien parecía hace un mes ser la mejor opción de Danilo (la “doña”), ahora sería su peor escogencia: el tufo a gobiernismo podría concluir colisionando con las “líneas matrices” de su campaña y asfixiando su candidatura… Pero de este último punto en particular, por desventura, habrá que escribir luego, pues ya no hay espacio para más...

Una anécdota de Nikita Kruschev y el actor Gary Cooper

Durante una visita a la ciudad de Nueva York, Nikita Kruschev, premier de la URSS, fue presentado con el célebre actor Gary Cooper, ganador del Oscar y reconocido por su anticomunismo militante, y el estadista soviético, mientras le estrechaba la mano derecha, con fina cortesía le dijo: “He visto muchas de sus películas, señor Cooper, y quería decirle que usted es un gran actor”… Cooper, sin embargo, apenas disimulando su animadversión por el dirigente comunista (y cuidado si soliviantado por los tragos), le respondió serena pero ácidamente: “Yo también lo he visto en algunas de sus actuaciones televisivas, Excelencia, y debo admitir que usted es mucho mejor actor que yo”.   

La frase de hoy “para darle caco” (sólo para “pendejos”)

El mundo está lleno de estadistas a quienes la democracia ha degradado convirtiéndolos en políticos”.  Benjamín Disraelí.
Hasta la próxima entrega…   
 
 

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