martes, 12 de julio de 2011

La pesadilla del-9 de julio-del pueblo guatemalteco

Balbina Negreira
Convivir un país con el  asesinato a manos de  sicarios, dirigido  o no,  contra el cantautor   argentino y-sin importar sus  nacionalidades-esto es, si son  guatemaltecos, de la región o internacionales. Facundo Cabral,  o “el señor de las palabras” no será  olvidado por la humanidad.
Debemos cuestionarnos,-¿qué hacer? Seguimos atónitos ante tantas  sangres  derramadas   en hechos bárbaros que a diario nos despierta  Latinoamérica o,  tomamos el mando de nuestro destino  político como región,  o continuamos echándole la culpa al tercer mundo bautizándola como zona bananera y así nos lavamos las manos.
A pesar de la resistencia de  remanentes  caudillistas  civiles y militares  del pasado y no precisamente “quijotes”,  que, cabalgando antojadizamente  hacen y deshacen  a diario a todo  lo  que no les conviene.
Guatemala: con una población en el 2008 de más de 13 millones de habitantes. Cuna de la civilización maya;  hace frontera con México, Belice,  golfo de Honduras y Honduras,  y  El Salvador.
Pero la realidad llegada de un país  envuelto  actualmente en una contienda política  preelectoral (septiembre 2011),  no ha podido contener   los sollozos en todo el mundo  del “sicariato  por encargo, o por error” de un cantautor  que revolucionó de mil maneras las palabras, con sus tres  únicas  armas: su prodigiosa voz, su verbo  y su guitarra.
Nos quedan  los recuerdos de  los conciertos multitudinarios  en las universidades  de todo el mundo. Jóvenes estudiantes ávidos de la puesta en práctica de sus versos, de cada silaba, de cada palabra, de cada frase. Su estilo de entonar y filosofar la cotidianeidad   de la vida.
Es pronto asimilarlo. Es precoz  sacar conclusiones. Es penoso para el país centroamericano. Hoy,  ha  perdido  otro  ser humano  inconmensurable Argentina de manera trágica en Centroamérica. Donde las series norteamericanas como:  Cold case, Bone, CSI, The mentalist, Castle,  The closer,  y otras  ficciones del celuloide que hacen posible llegar a la verdad  y  lograr seguir con vida, ojalá nos pudieran ayudar.
Pero  ya  tu guitarra y tu voz nunca me lo podrán contar…
Madrid-España.

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