Master en psicología clínica, Lic. Psicología clínica y Social, Especialista en Adicciones
Increíbles pero ciertas, son las mentiras o estrategias mentales que emplean cada vez más personas, para defenderse de las reales o imaginadas agresiones cotidianas o adaptarse en su medio social, familiar, laboral o de estudios, en un sistema de vida cada vez más complejo para ellos.
La conducta de mentir implica un engaño intencionado, consciente, y los estudios demuestran que el ser humano realiza un esfuerzo neurológico mayor y tarda más tiempo mintiendo que diciendo la verdad.
Hay quienes se defienden o defienden a otros diciendo que no son mentirosos, que solo es una “Mentira Noble” (que es la teoría del filosofo Platón),
es una Mentira piadosa, una Mentira honesta, Mentira necesaria o una Mentira por amor, etc. pero no hay justificación posible a esta conducta verbal, es una afirmación falsa y por esto es Mentira como otra cualquiera que usted pueda expresar.
En el área de la política y la diplomacia las mentiras y las pseudoverdades (Mentiras con justificación), son cosas cotidianas en cualquier área o problemática nacional, todos o casi todos, esgrimen las filosofías desde Maquiavelo hasta Platón, todo vale por justificar la causa principal.
Estos personajes políticos son los máximos representantes de las “Teorías y Prácticas de las Mentiras”, ellos mienten con pretextos como ayudar a la diplomacia… preservar la paz social… proteger la seguridad nacional… luchar contra el terrorismo… enfrentar la crisis actual… encubrir una posición estratégica… comprar tiempo o ganar dinero… ayudar al presidente… las razones o justificaciones siempre germinan en este entorno de políticos.
Cuando aseguramos que una cosa es mentira hablamos de una afirmación hecha por una persona que puede ser parcial o totalmente falsa, donde se cambia o tergiversa la realidad y la motivación principal es que la persona que escucha crea que lo que dice es verdadero.
Estas personas pueden mentir también con la intención de proteger a otras personas, exagerar una situación, provocar una reacción en otros, simular o fingir un acto, una conducta o síntoma, hacer una calumnia, o simplemente por el placer que da ser creído, elogiado, aceptado o envidiado en ese momento, en esta persona los medios justifican el fin.
Podemos comprender porque tantas personas mienten diariamente, razones personales los empujan a esto a pesar del gran esfuerzo mental que esto necesita, y los costos emocionales que implica, pero no recomiendo que lo hagan nunca, a no ser que se trate de salvar su vida, la de otros o evitar un daño muy grande.
Quizás este fenómeno del mentiroso sea una consecuencia de la descomposición social y económica que están viviendo las ciudades, donde la más cercana oportunidad que tiene el sujeto es la de manipular a su conveniencia la realidad y las palabras, tratando de alcanzar algo necesario que piensa no lograra por la senda de la razón y la verdad.
No importa cuál sea la estrategia personal o el objetivo buscado, siempre la mentira será una estrategia incorrecta y frágil a corto o largo plazo, pues la estructura que se construirá se levantara sobre una falsa y por tanto débil base o fundamento, la mentira, que le resolverá hoy, quizás, el asunto actual, pero más adelante tendrá las dificultades reales que no soluciono antes, cuando decidió construir una imaginaria situación o ilusorio argumento personal como solución o respuesta subjetiva a una difícil realidad personal.
Muy bueno el escrito de lo mentirosos y los ploitiqueros
ResponderEliminarDr. Leiva Saludos y felicitaciones por este trabajo, esta muy bueno, esta vaina de la mentira en los dominicanos es mala, hay que acabar esta vaina de una vez, felicitaciones Dr Leiva
ResponderEliminarAntonio Sangallo
Felicitaciones, esta genial este documento del Licenciado Leiva, el señor Ramon Ceballo el tambien es un politico y porque no otro dominicano mentiroso igual que todos otros politicos.
ResponderEliminarCarlos Pujoll