miércoles, 6 de julio de 2011

Un gobierno insensible y distante

Por Luis José Chávez

SANTO DOMINGO.- “Con sus gestiones para conseguir la paz en el Medio Oriente, el presidente Leonel Fernández reafirma su prestigio y su liderazgo internacional”, opinaba recientemente un distinguido columnista de la prensa nacional. Se refería a la reciente visita realizada  por el mandatario dominicano a la Franja de Gaza con el pregonado propósito de  propiciar una solución de paz  al viejo conflicto entre judíos y palestinos.

La parada del presidente Fernández en el Medio Oriente fue parte de una extensa gira internacional, que incluyo tres continentes,  en lo  que un periódico  digital dominicano definió como “un viaje por el mundo con lujos y comunidades de jeques”.

Mientras tanto, en un reportaje publicado por el portal de Noticias SIN se mostraba la patética realidad de la Hoya del Lago Enriquillo, en la Región Sur del país, donde decenas de poblados y unas 400 mil tareas de propiedades agrícolas son invadidas por las aguas ante la insensibilidad  de un gobierno que evidentemente no ha asumido ese problema como una de sus prioridades.

Según la crónica de Noticias SIN,  “los moradores afectados por las inundaciones expresaron que están llorando lágrimas de sangre debido a la indolencia que han mostrado las autoridades competentes”.

El periodista Nélsido Herasme, nativo de esa región describe con dolor en el alma el terrible drama de los pobladores de la Hoya del Lago Enriquillo: “Los dueños de conucos y fincas residentes en Jimaní, la descubierta, Postrer Río, Los Ríos y Villa Jaragua, han visto desaparecer sus predios. Las aguas saladas del Lago Enriquillo han engullido, anegado y estropeado  la agricultura de esos pueblos y todo ante la desidia y mirada indiferente de  quienes tienen la solución en sus manos”.

Los desbordamientos  también han inundando las carreteras y se han desplazado hacia el punto fronterizo de Jimaní, donde se han tragado los edificios de Aduanas y otras oficinas públicas.

Todo esto está sucediendo dos años después de que el presidente de la República visitó la Hoya del Lago Enriquillo en un  espectacular descenso que incluyó el aterrizaje de trece helicópteros  donde viajaban todos los funcionarios responsables de ejecutar las medidas pertinentes  anunciadas por el propio gobernante. 

Entre otras disposiciones, el presidente anunció  durante  su visita  del 19 de marzo del 2009, la  reubicación de los agricultores afectados de Jimaní, La Descubierta, Duvergé, Baitoa, Neiba, Los Ríos  y Villa Jaragua, acción que fue atribuida al  Instituto Agrario Dominicano (IAD).

Ante los pobladores concentrados en la comunidad de Los Ríos, Fernández garantizó que unas 500 familias afectadas serían reubicadas en distintas zonas de ambas provincias para lo cual dijo que ya el  IAD  tenía ubicados unos 15 puntos. 27 meses después deL anuncio presidencial, los moradores de esas localidades siguen a la espera  de que los organismos  competentes pongan en  ejecución tales medidas.

Existen numerosas explicaciones sobre el origen de las inundaciones, algunas de carácter puntual como la saturación de los suelos cercanos por las intensas lluvias desde las tormentas Olga y Noel en el 2007, el flujo desmedido creado  por la ruptura del Canal Trujillo, Y el trasvase de agua del también inundado Lago Azuei en la frontera con Haití;  y las tesis en las que coinciden el  geólogo Osiris De León y el técnico ambientalista Eleuterio Martínez, quienes afirman que el lago está recuperando  el espacio  que le corresponde desde hace miles de años, por lo  que entienden que su desbordamiento no se detendrá y que procede reubicar a las comunidades ubicadas en su entorno.

Pero independientemente de cual sea la explicación científica del problema y ante un gobierno que se da el lujo de gastar millones de dólares en viajes al exterior que hasta ahora no han reportado ningún  beneficio al país,  y cuyo presidente anunció una importante inversión para construir una nueva universidad en Haití luego del terremoto del 12 de enero del 2010, es razonable preguntarse: ¿Qué está esperando para adoptar  las medidas esenciales que demandan las atribuladas  comunidades de la Hoya del Lago Enriquillo”.

Primero de julio, 2011

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