Por Rafael Calderón
Tenía en la política dos grandes líderes: Manolo Tavares Justo y el doctor Leonel Fernández Reyna. Nunca simpaticé con el profesor Juan Bosch, ni con el doctor José Francisco Peña Gómez; pero, a los dos le tuve muchos respeto.
Ahora, sólo me queda Tavares Justo, porque no puedo aguantar tan grande decepción como la que he tenido con el actual presidente dominicano.
Ahora, sólo me queda Tavares Justo, porque no puedo aguantar tan grande decepción como la que he tenido con el actual presidente dominicano.
Jamás pensé que el Presidente iba a permitir que sus funcionarios hicieran de nuestro país lo que les dieran la gana. Conociendo a Fernández Reyna muy bien, por los vínculos familiares que nos unen, todavía no lo creo eso y lo malo de esto es que él se parece a Joaquín Balaguer, que no decía esta boca es mía y se hacía el sordo mudo.
Por ejemplo, el caso de la joven Mary Peláez y su funcionario Félix Bautista, que hace lo que le da la gana en el cargo donde lo pongan y como este caso serán cientos. No creo en político, pero en Leonel sí creí. ¡¿Por Dios, qué está pasando?
El caso de Bautista y los otros funcionarios del gobierno no pueden quedar en el olvido. Estoy esperanzado en que Hipólito Mejía cumpla sus promesas si gana las próxima elecciones y que no sea más de lo mismo; o sea, quítate tú, para poner me yo. Al candidato del PRD que oiga bien, porque tiene que meter preso a todo el que ha metido la mano y al que la meta en su futuro gobierno.
Ya retirado, paso la mayoría de mi tiempo morando en las noticias y los programas dominicanos y me cuestiono, porque no creo que sea ese mi país, donde la policía está matando ciudadanos, los funcionarios haciendo lo que le da su realísima gana y el Presidente no dice, ni hace nada.
Ese no es el joven político que en los años 90 visita la ciudad de Miami cargando dos macutos de esperanza y bienestar para nuestro país. Creo que su pasado gobierno fue bueno entre los malos; pero, Dios es el final, que no veo la luz al final del túnel.
Lean esta otra cosa. Muchos de mis amigos del PRD aquí, en Miami, piensan que Hipólito ya ganó y se están repartiendo los puestos. Amigos, primero ganen y luego a lo otro; ahora lo que tienen es que fajarse a inscribir votantes para que ejerzan su derecho en las elecciones de 2012 y Papá pueda llegar al poder.
Yo creo en el cambio que Hipólito pregona. Por otro lado, sin que piensen que estoy tumbando polvo, quiero felicitar a un amigo que en verdad se mereces lo que Hipólito le dé en su posible gobierno.
Este señor está trabajando como se dice en el fervor popular: 24/7/365 y si es año bisiesto 366. Me refiero al ex cónsul en nuestra ciudad, Manuel Durán. Así se ganan los puestos, trabajando para su candidato.
Yo creo en el cambio que Hipólito pregona. Por otro lado, sin que piensen que estoy tumbando polvo, quiero felicitar a un amigo que en verdad se mereces lo que Hipólito le dé en su posible gobierno.
Este señor está trabajando como se dice en el fervor popular: 24/7/365 y si es año bisiesto 366. Me refiero al ex cónsul en nuestra ciudad, Manuel Durán. Así se ganan los puestos, trabajando para su candidato.
Esto último sin quitarle algún mérito a mi gran amigo Santiago Castro, que está bien fajado en su campaña, pero hermano, como dice la canción: “cuidaíto compay gallo, cuidaíto”, que quizás usted no esté mirando muchas cosas que están pasando a su alrededor y no lo tome como un chisme, si no como un consejo.
Bueno, hasta mi esquina llegó este barco; o sea, hasta el próximo artículo. Recordándoles que visiten nuestra página:www.bolerosdelayer.net
rafael_calderon@yahoo.com
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