Por: Juan Rojas
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En 1937, El gobierno de Rafael L. Trujillo, aparentando un nacionalismo que nunca sintió, realizo la mayor deportación de haitianos en el país, hubo una persecución implacable que termino con la matanza de mas de 12,000 inmigrantes del vecino país, esta orden fue ejecutada por miembros del ejercito Nacional, aunque hay que destacar que estas deportaciones y el genocidio cometido, no afectaron la vida en los bateyes.
Luego de esta masacre de nacionales haitianos, el sátrapa Trujillo, con el cinismo hipócrita que lo caracterizaba, trato de resarcir lo que había hecho y le ofreció facilidades al gobierno haitiano, de manera que en 1941, se habían firmado varios tratados, mediante los cuales se buscaba viabilizar la importación de braceros para la industria azucarera. Ya para esa época se calculaba que residían en Republica Dominicana, mas de 500,000 haitianos y aunque en su mayoría vivían en los bateyes y eran obreros de los ingenios azucareros, gran parte de estos inmigrantes se fueron incorporando a diferentes actividades de la economía nacional, como el sector de la agricultura.
Durante todo ese tiempo se produjo un movimiento circular en las funciones de la mano de obra haitiana, desde las plantaciones azucareras del Sur, hasta las plantaciones cafetaleras del norte de país y esto produjo como consecuencia que los trabajadores Haitianos alcanzaran el 50% de la totalidad de los trabajadores agrícolas en el país, tanto en la producción de arroz y café, así como en otros productos, generando con esto el desplazamiento de los dominicanos como fuente de manos de obras.
La proliferación de manos de obras haitianas en los diferentes aspectos de la economía nacional, fue generando una concentración masiva de haitianos en el país, este fenómeno fue desarrollando una reubicación geográfica de las estructuras y forma de vida de estos inmigrantes, es así como se comienza a conformar una especie de división en el habitad de los haitianos en Republica Dominicana, se clasifican los bateyes en dos categorías: “El batey Central y El batey Agrícola”. El batey central es donde esta ubicado el ingenio azucarero y allí vivían las personas que procesaban la caña después de cortada y pesada, cosa esta que se hacia en el batey agrícola. Hay que señalar que en el batey central los que vivían eran en su gran mayoría eran los dominicanos y en el batey agrícola predominaban los haitianos, con la diferencia de que en el central habían escuelas para los hijos de los trabajadores y en el agrícola no.
El peso de la fuerza laboral haitiana en la industria azucarera, en la producción de café, cacao y arroz, también en la industria de la construcción, pone de manifiesto la gran cantidad de inmigrantes haitianos que han penetrado en nuestro país además del papel que estos desempeñan en las distintas áreas de la economía nacional. Con la incidencia de los haitianos en la industria de la construcción, la mano de obra inmigrante ha penetrado en áreas de la economía, que anteriormente estaban reservadas para los dominicanos. El 5 de Enero de 1952, fue suscrito en la Republica Dominicana, un acuerdo para la contratación de haitianos para trabajar como jornaleros temporales, dicho acuerdo fue establecido con una duración de 5 años, este tratado estaba estructurado en un formulario que debía ser firmado por la empresa contratante y el trabajador inmigrante.
La inmigración haitiana es un fenómeno que ha causado muchos inconvenientes al país, pues poco a poco y desde hace mucho tiempo estos inmigrantes se han ido disgregando por todo nuestro territorio, causando si así podría llamarse “una invasión pacifica”. Entran a la Republica Dominicana, buscando la forma de mejorar su Status Social y económico, pero hay que señalar que de esta manera, han ido desplazando a los dominicanos de las estructuras y superestructuras fundamentales en las cuales se sustenta la sociedad. Los haitianos han ido ocupando nuestro país de manera pacifica y se han ido adentrando en todas las esferas de la economía nacional, sin que las autoridades competentes hayan hecho nada para enfrentar este problema.
Hasta La Victoria Siempre
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