Miami, Florida.- En un juego que bien puede catalogarse como una batalla épica, el Heat sacó el extra de los campeones para mantener su invicto y de este modo puso la serie 3-1, a sólo un juego de coronarse en el Este.
El quinteto de la Capital del Sol, en tiempo extra, supo imponer su juego para vencer 101-93 al equipo de Chicago.
“Logramos una gran victoria”, declaró LeBron James, quien con 35 puntos lideró el ataque de Miami. “Ellos son un gran equipo, pero nuestra defensa supo frenarlos”.
Chris Bosh no fue el mejor anotador del Heat, al terminar con 22 unidades, pero entró más conectado en el tiempo extra, donde al final el Trío Mágico resultó decisivo con canastas que merecieron un gran premio y que permitieron alcanzar una extraordinaria victoria.
Dwyane Wade, a pesar de no vivir su noche, con apenas 14 cartones, anotó al final varias canastas que resultaron decisivas.
Miller, viniendo desde el banco, estuvo inmenso en el cuarto período, contribuyendo con 12 puntos.
Esta vez Derrick Rose sí fue el mejor de Chicago con 23 puntos, pero su esfuerzo resultó insuficiente, mientras que Loul Deng con 20 y Carlos Boozer con 20 y 11 rebotes eran otros de los destacados por el equipo de la Ciudad de los Vientos.
A pesar de que los músicos coreaban “Miami está caliente”, su equipo entró frío, pero poco a poco con el apoyo de su público se fue calentando, y aun así no le alcanzó y primera mitad terminó 46-44 favorable a los Bulls, en una lucha de poder a poder con un cuarto para cada equipo.
El Heat comenzó errático, con un 20 por ciento de acierto de cara al aro, sin anotar en la pintura y fallando la mitad de sus tiros libres; pero gracias a su buena defensa el desastre no fue mayor.
El dúo Wade y James tenía de 12-2, y Bosh salía por faltas sin haber tirado al aro. Sin embargo, al final del parcial el equipo de Miami logró recomponerse de un déficit de 11 puntos y terminar el primero a sólo tres puntos de los Bulls (19-16).
“Esta fue una batalla defensiva muy intensa, y por suerte el éxito nos correspondió’’, indicó James. “Ellos hicieron un gran esfuerzo y nos tomó cinco minutos más asegurar el triunfo, pero al final lo logramos’’.
Ahora la serie se marcha este jueves a Chicago, donde los Bulls intentarán recobrar parte del orgullo perdido e impedir que Miami celebre el pase a la Final de la NBA en su propia casa.
El quinteto de la Capital del Sol, en tiempo extra, supo imponer su juego para vencer 101-93 al equipo de Chicago.
“Logramos una gran victoria”, declaró LeBron James, quien con 35 puntos lideró el ataque de Miami. “Ellos son un gran equipo, pero nuestra defensa supo frenarlos”.
Chris Bosh no fue el mejor anotador del Heat, al terminar con 22 unidades, pero entró más conectado en el tiempo extra, donde al final el Trío Mágico resultó decisivo con canastas que merecieron un gran premio y que permitieron alcanzar una extraordinaria victoria.
Dwyane Wade, a pesar de no vivir su noche, con apenas 14 cartones, anotó al final varias canastas que resultaron decisivas.
Miller, viniendo desde el banco, estuvo inmenso en el cuarto período, contribuyendo con 12 puntos.
Esta vez Derrick Rose sí fue el mejor de Chicago con 23 puntos, pero su esfuerzo resultó insuficiente, mientras que Loul Deng con 20 y Carlos Boozer con 20 y 11 rebotes eran otros de los destacados por el equipo de la Ciudad de los Vientos.
A pesar de que los músicos coreaban “Miami está caliente”, su equipo entró frío, pero poco a poco con el apoyo de su público se fue calentando, y aun así no le alcanzó y primera mitad terminó 46-44 favorable a los Bulls, en una lucha de poder a poder con un cuarto para cada equipo.
El Heat comenzó errático, con un 20 por ciento de acierto de cara al aro, sin anotar en la pintura y fallando la mitad de sus tiros libres; pero gracias a su buena defensa el desastre no fue mayor.
El dúo Wade y James tenía de 12-2, y Bosh salía por faltas sin haber tirado al aro. Sin embargo, al final del parcial el equipo de Miami logró recomponerse de un déficit de 11 puntos y terminar el primero a sólo tres puntos de los Bulls (19-16).
“Esta fue una batalla defensiva muy intensa, y por suerte el éxito nos correspondió’’, indicó James. “Ellos hicieron un gran esfuerzo y nos tomó cinco minutos más asegurar el triunfo, pero al final lo logramos’’.
Ahora la serie se marcha este jueves a Chicago, donde los Bulls intentarán recobrar parte del orgullo perdido e impedir que Miami celebre el pase a la Final de la NBA en su propia casa.
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