Por Olga Capellán.-
UNION EUROPEA.- Se están viviendo momentos difíciles a nivel internacional actualmente, sin embargo son muchos los países donde sus dirigentes o gobiernos hacen alarde de lo bien que están las cosas, mientras miran desde lejos la alarmante situación por la que atraviesan otros país, sin inmutarse sobre las consecuencias que en realidad están causando en todo los sentidos, sobre todo en aquellas naciones que están o han estado marcadas por guerras civiles, véase gran parte del continente africano.
Actualmente la sequía por la que atraviesan gran parte de los países del Centro y Este de África es para ponernos a pensar que el mismo es un efecto de la naturaleza, más sin embargo, esto puede pasar en cualquier parte del mundo.
Sólo en Somalia están amenazados de muerte por hambruna más de 4 millones y medio de habitantes, este país situado en el codo de África, se encuentra abrasado por una Guerra Civil que lleva más de 20 años, inútil por cierto, ya que ha dejado más de dos millones de víctimas y se considera este ser uno de los países más pobres del mundo y donde el peligro se presenta por encima de otras naciones como Haití, Irak y Afganistán.
Según los cables internacionales, cada 6 minutos muere un niño en Somalia.
Pero este no sólo un problema somalíes, sino que abarca también a varios países del Este y el Centro de África, por la misma situación se encuentran atravesando otras naciones como Etiopía, Eritrea, Kenia y el Sudán, entre otras, producto de la sequía de los últimos años, siendo Somalia la más afectada por la misma, donde se estima que cada 6 minutos muere un niño y se prevé que en este país serán más de 800 mil pequeños los que perderán la vida, de no encontrar socorro de inmediato procedente de las grandes potencias.
Es lamentable que muchos países pudientes miran desde lejos el problema africano cuando no existen beneficios económicos que puedan sacar, en cambio en asuntos bélicos participan activamente porque con ellos pueden hacer el gran negocio con la venta de armamentismo sin importar el número de víctimas que estos provoquen.
Cerca de 12 millones de habitantes están amenazados de muerte, muertes estas que se pueden evitar, la semana pasada la Unión Europea envió 10 toneladas de alimentos para recién nacidos, pero estos sólo alcanzarían alimentar a unos 3.500 niños por un período de un mes, lo que realmente no soluciona el problema.
África necesita infraestructuras para que en estos países puedan producir sus propios alimentos a través de sistemas de regíos para poder poner a parir la tierra, lo que en Somalia sería casi imposible de aplicar, debido a la guerra civil por la que atraviesa desde hace más de 20 años y promovida por los grupos islamitas existente en esta pobre nación; es de ahí la estampida de cientos de miles de somalíes quienes han tenido que huir hacia campos de refugiados en Kenia, agravando aún más el problema allí, porque también atraviesa por la misma situación de crisis, muchas de estas personas duran hasta más de un mes para llegar a la zona de refugiados, muchos de los cuales fallecen durante el intento de llegada, ya que el hambre y la sé acaban con la vida de estos ciudadanos sobre el camino.
Algunos países se consideran los vigilantes del mundo, pero al parecer solo en asuntos bélicos, sin embargos en África la gente muere como si no le importaran a nadie, siendo considerados con personas de segunda categorías, aunque ante el Juez Divino nadie es mejor que nadie.
El mundo no necesita una segunda VIAFRA, hay que despertar y salir en ayuda de estos países, pero si no se presta atención a tiempo ya lo tenemos con mayor extensión, las grandes potencias prefieren estar librando guerras en vez de salvar vidas, algunos están al borde de la bancarrota por su mala política aplicada en sentido general, como es el caso de los Estados Unidos de Norteamérica.
En el caso de Somalia es muy difícil de aplicar una real ayuda, pues los grupos armados islamistas no cooperan con los cuerpos de ayudas internacionales, ¿pero que pasa con los demás países? las ayudas no están llegando y se encuentran al borde de un colapso.
La vida de más de 12 millones de seres humanos, sin contar los daños a la naturaleza, pues la sequía afecta a todos los seres vivientes del área, estas están en mano de los países desarrollados, pero si estos no actúan a tiempo sería una gran desgracia.
Es por ello que la migración ilegal hacia Europa se ha duplicado en los últimos meses, ya que estos ciudadanos no solo huyen al hambre, sino también a las hegemonías políticas que constantemente se presentan en diversas áreas de la África ardiente, lo que ha puesto en aprieto a muchos países sobre todo del mediterráneo en la Unión Europea , que ven como cada día de aquellas personas que no son los invitados preferidos, pero que muchas veces tienen que acogerles por asuntos humanitarios.
Son muchos los políticos gobernantes que se pronuncian y hacen creer que son los salvadores del mundo, pero que a la hora decisiva entierran la cabeza para no aportar las ayudas prometidas, porque en el fondo quieren que les reconozcan meritos que no poseen, hablan en las asambleas internacionales pero cuando tienen que actuar no aportan absolutamente nada o muy pocas cosas como si estos fueran suficientes.
Que salgan los salvadores del mundo que África espera por ellos.
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